Será que acostumbrarse a una nueva ciudad lleva su tiempo y ya vamos cogiéndole el tranquillo. Por la mañana hemos visitado Beverly Hills, vaya casitas. Luego llegamos hasta Santa Mónica, a medio camino entre Venice Beach y Malibu, lugar donde termina la Ruta 66. En la playa se estaba genial pero el agua estaba helada, y vaya olas!
Tras una vuelta por el paseo de Venice Beach repleto de bares, puestos, chiringuitos, hemos subido hasta Hollywood para ver el atardecer. La que tienen montada aquí jeje! Aunque era hasta difícil sacarse una foto en el paseo de la fama del gentío que había.
Truco pro: si pillas por 6$ el abono de transporte de un día, te vale para todos, ya que solo hay que enseñarlo al entrar y nunca miran a la fecha!
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