Vaya caos de ciudad. Tengo la sensación que he pasado más tiempo dentro de un bus que en la calle. Es el polo opuesto a NY. Todos los nucleos interesantes están muy dispersos, a mucha distancia entre sí, y fatal comunicados. El metro es muy pequeño y limitado, con lo que nos hemos tenido que apañar con los buses tras el intento fallido de alquilar una vespa que nos ha llevado toda la mañana (por culpa de una autorización de los bancos europeos).Al final de la tarde, pero conseguimos llegar a la playa. Y si me merecía la pena, si. Mañana a pasar el día entre Malibú Beach y Venice Beach :)
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