Tras pasar la primera noche en bus desde NY a Niagara con escala en Buffalo, como se agradece despertarse en una camita! Aunque los buses son muy cómodos para dormir... no es lo mismo.
Un día y medio dan bastante de sí para recorrerte Niagara. Empezando por la parte menos turística hasta la más, pasando por el casino (Ander no pudo cotillear por ser menor de 19 años), mini parques de atracciones repletos salas de ocio, museos de lo mas peculiares... hasta alejarnos por los barrios residenciales fuera de todo el barullo comercial. Mola el sorprender a la gente en su tarea diaria y romper el hielo presentándote como una fotógrafa española... siempre sucede alguna situación muy peculiar.
Las cataratas impactan bastante, pero ni comparación al subierte en el barquito que por 15$ te mete prácticamente hasta dentro, es increíble la sensación de aire, agua, ruido en la que te envuelve! Y pa variar nos encontramos con unas chicas de azpeiti mu majas que nos preguntaban si éramos pareja jajaja!
Al ser un sitio muy turistico todo es carísimo, incluido el transporte, así que nos hemos dado unos buenos paseos. Pero lo peor es el agua, mucha catarata pero no hay no hay ni una sola fuente y las botellas son bastante más caras que cualquier refresco!
En fin, tras unas cuentas aventurillas, nos vamos hacia Toronto en busca de más, más y más :)
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